¡Qué jueces tenemos!
Los hechos…Los hechos hablan por sí solos,”al buen entendedor, con pocas palabras basta” pero primero voy a INTENTAR exponerlos y luego los comentaré algo.
Esta es una de tantas actuaciones de nuestros queridos jueces hípicos.
Nada más y nada menos que hace ya casi dos años y medio, en Agosto de 2007 y tras finalizar un concurso en el Centro Hípico del Sur la presidenta del Jurado de Campo de la prueba, Sra. Catherine Colette, decide entregar a través del Delegado federativo, Sr. Ignacio Cabrera Santana, la bonita cifra de cincuenta y cinco sanciones por escrito y con acuse de recibo para repartir entre los participantes del concurso que se acababa de celebrar.
Tengo entendido que los participantes eran unos ciento veinte, aunque desconozco la cifra exacta. Es decir, fueron sancionados aproximadamente la mitad de los participantes.
Todas las sanciones tenían muchas cosas en común, eran amonestaciones escritas por no tener revacunados los caballos/yeguas contra la influenza equina, se habían entregado al finalizar la prueba al entregar la documentación de los caballos/yeguas y aunque algunas tenían particularidades, estaban hechas con un patrón común. Lamentablemente no he tenido acceso a todas ellas. Les remito una porque como muestra creo que es suficiente.
Prouesta de sanción:
La presidenta del Jurado de Campo aplica la sanción a propuesta del Delegado Federativo, como pueden observar en el siguiente documento.
Evidentemente el Jurado de Campo tiene la potestad sancionadora dentro de la competición y yo diría aún más, tienen la obligación de sancionar para hacer que se respete el reglamento. Pero, claro está, esta potestad sancionadora debe de estar siempre rigurosamente dentro del reglamento, de lo contrario se transforma en otra cosa. Y ahí es donde vienen las observaciones y los comentarios.
En primer lugar las sanciones se entregan en el último momento, cuando el reglamento dice que deben de entregarse a la mayor brevedad posible Art.49 Del Reglamento Disciplinario de la Real Federación Hípica Española (en adelante RD) “Toda providencia o resolución que afecte a los interesados en el procedimiento disciplinario deportivo regulado en el presente Reglamento será notificada a aquellos en el plazo más breve posible,”.
Este retraso dificulta o imposibilita que se puedan presentar reclamaciones ante el Jurado de Campo.
En segundo lugar, como Ustedes pueden observar en los documentos que les he presentado anteriormente, el Delegado Federativo propone una sanción por no tener las vacunas en regla en el Libro de Identificación Caballar n.47946 (LIC), que es el documento oficial de la Federación para esta prueba y en lugar de ello, la Presidenta del Jurado de Campo impone la sanción por no tener las vacunas en el Libro Sanitario Equino (LSE), como pueden comprobar nuevamente en el documento que les presenté anteriormente. Les aclaro que el Libro Sanitario Equino nada tiene que ver con el LIC, que se compra aparte, se renueva aparte siempre con sus correspondientes tasas…
Error evidente de la Presidenta del Jurado que de por sí sería suficiente para anular e invalidar la sanción, pues no procede tener las vacunas en el LSE (por el que se impone la sanción) y si en el LIC, ya que es una prueba oficial de Grupo V en la que es obligatoria la posesión del LIC.
En tercer lugar, las sanciones están confeccionadas de manera ajena al Art. 49 del Reglamento Disciplinario “Las notificaciones deberán contener el texto integro de la resolución o acuerdo, con la indicación de si es o no definitiva, con expresión de los recursos que procedan, del órgano ante el que hayan de formalizarse y del plazo para interponerlos”.
Como pueden observar no se indica en la sanción en forma alguna si esta es firme o no, ni en qué plazos es recurrible ni ante quién. Esta obligatoriedad de toda sanción es algo fundamental en un estado de derecho, que además está ordenado en la Ley de Procedimiento Administrativo. Y también en el Art.6, punto 3 del RD “3.- Sólo podrán imponerse sanciones en las que previamente se haya garantizado la audiencia al interesado y el ulterior derecho a recurso”.
Es un principio fundamental de la convivencia el hecho de que cualquier sanción de un juez en primera instancia sea recurrible y las sanciones deportivas no son una excepción. Las Federaciones deportivas ejercen su labor por delegación de la Administración y están sujetas a las mismas leyes administrativas.
Se imaginan ustedes a cualquier agente o a cualquier juez de primera instancia poniendo sanciones que no sean recurribles y que no informe en su sanción de en qué plazos y ante quién se puede recurrir su sanción. Pues bien, eso es lo que tenemos con nuestros Jueces de hípica.
El hecho de que sean los Jueces los que no cumplan el reglamento y además lo hagan poniendo sanciones de esta manera supone muchas cosas más. Es un pésimo ejemplo, especialmente para los más jóvenes, ya que los Jueces debieran ser los primeros en cumplir el reglamento. Es un acto que desprestigia al deporte en general y a la hípica en particular y más concretamente a la figura del Juez. Es una ofensa a la dignidad humana que viola claramente la presunción de inocencia y genera indefensión en los sancionados. Y centrándonos en el RD es un incumplimiento del mismo que supone un abuso de autoridad, falta tipificada en el Art. 14,a, como falta muy grave, que como tal no prescribe hasta los tres años Art.18 y cuya sanción está recogida en el Art.15 (especialmente el apartado i ), por lo que pudiera muy bien corresponderle una suspensión de licencia.
Otra cosa curiosa en todo este caso es el hecho de que la persona que los protagoniza especialmente, la Presidenta del Jurado de Campo, ostenta simultáneamente el cargo de presidenta del Comité Técnico de Jueces de la FCH. Vamos que encima de cometer todas estas irregularidades, está como para ponerse a dar consejos técnicos al resto de los jueces, y claro ¡así nos va!
En cuarto lugar, pueden observar en la parte superior derecha de la propuesta de sanción del Delegado Federativo, que indica que se trata de una prueba autonómica, otro error más. Las pruebas del Grupo V, como todo el mundo sabe, son pruebas oficiales, consta en el avance de programa de esta prueba y en la de otros además de en el reglamento.
En quinto lugar, el Delegado Federativo, Sr. Ignacio Cabrera Santana, en lugar de ejercer como tal y actuar de manera acorde con sus obligaciones como Delegado Federativo establecidas en el Art.149 del Reglamento General de la RFHE, punto c, ”c) Defender los legítimos intereses de los jinetes participantes, de los propietarios de los caballos, de todos los “oficiales” del concurso, así como del CO”, se dedica a ser cómplice de los abusos de autoridad señalados aquí y es él mismo el que entrega las sanciones y solicita los correspondientes acuses de recibo. ¡Fantástico! El que tendría que defender los legítimos derechos de los Federados se convierte en todo lo contrario. ¡El mundo al revés!
La cosa no se queda ahí, a veces me pregunto ¿cómo algo tan sencillo puede dar para tantos errores?, ¿qué tienen en mente las personas que actúan de esta manera?
Supongamos por un instante que como seres humanos que son, desconocen el reglamento y es este desconocimiento el que les lleva a tal cúmulo de errores. Por plantear, se puede plantear… Pero parece algo increíble. Por un lado presumen de conocer el reglamento y casi se pavonean de ello y por otro se olvidan de lo más elemental. Además parece inverosímil que el Delegado Federativo, desconozca el procedimiento sancionador dada su profesión habitual. Por otro lado el Código Civil indica claramente que:”el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento”.
Por tanto no me parece sensato argumentar que cometieron todos estos errores por desconocimiento.
Supongamos en otro instante que tal y como presumen de ello, conocían perfectamente los reglamentos de aplicación y con perfecta conciencia de ello actuaron con absoluto desprecio hacia los derechos de los federados. ¿Ante que panorama nos encontramos con jueces así? Y si encima presiden el Comité Técnico de Jueces…
Sea cual sea la suposición el panorama no es nada halagüeño. Francamente no se cual de las suposiciones es mejor, las dos son para llevarse las manos a la cabeza y decir en voz alta ¡QUE JUECES TENEMOS!
La cosa no queda ahí. En fin, todos somos humanos y cometemos errores…
Dice el refrán “rectificar es de sabios”. Intentemos dialogar… Por lo menos podremos saber que ha ocurrido realmente. Y así se hace, intento expresar dialogadamente lo que ocurre, para que se subsanen los errores y participar dentro del seno de nuestra Federación intentando intercambiar puntos de vista…Y se lo hago saber a nuestro querido presidente autonómico incluso por escrito. Les adjunto una copia del mismo especialmente el punto 3 de las solicitudes (al final del todo).
Dice otro refrán que “no hay peor sordo que aquel que no quiere oír”. Y tal vez se trate de eso, es decir, de tener la mínima voluntad de oír. Como de tener la mínima voluntad de hacer las cosas bien. Lo cierto es que hasta la fecha no ha sido posible plantear de forma dialogada en el seno de la Federación todas estas barbaridades que se han cometido. Me pregunto si es que se lo saben todo, o si van a seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez…
No ha habido ninguna reunión sobre este tema en la que yo haya participado ni a la que tan siquiera se me hubiese invitado.
Y la verdad no creo que las cosas puedan ir bien por este camino en una sociedad democrática y respetuosa con los derechos humanos como la que nos encontramos. El ejemplo que están dando es pésimo y deplorable.
No me parece sensato alimentar de forma alguna (siguiéndoles el juego, como si aquí no hubiese pasado nada, por ejemplo) una maquinaria de este tipo, porque entre otras cosas esto sería ser cómplice de sus barbaridades.
Pero no crean que el tema queda ahí. Todavía hay más cosas en este caso. Pero creo que será mejor dejarlo para otro momento.
En otro artículo intentaré explicar por qué no es conveniente revacunar a los caballos cada seis meses como pretende la Federación Ecuestre Internacional y cuales pueden ser las consecuencias de este plan de vacunación.
Les dije en la presentación de este blog que me esforzaría en dar una solución constructiva a las críticas que expusiese en mis escritos.
Los participantes en estos concursos, suelen ser habituales, casi siempre son los mismos. Hubiese sido muy fácil informarles de que estaban obligados a revacunar durante el concurso anterior. A casi todo el mundo le cogió por sorpresa esta norma, que estaba en vigor desde hace bastante tiempo sin que se hubiese exigido su cumplimiento. Especialmente a los veterinarios.
Lo más común siempre ha sido llamar a tu veterinario de confianza y pedirle que te vacune el caballo y te rellene los libros correspondientes sin entrar en detalles ni pedirle el protocolo de la vacuna…
Solo vacunan caballos cuatro veterinarios en la isla y hubiese sido simple avisarles del cambio de la norma. Sin tanta fotocopia ni tanto acuse de recibo…
Por otro lado si quieren sancionar, perfecto, que lo hagan de acuerdo al reglamento, que reconozcan que su sanción no es firme, que indiquen ante quien y en qué plazo es recurrible…Tal y como establece el Reglamento. Y si no saben hacerlo mejor que no lo hagan.
8 comentarios:
Sr Gómez de verdad me hace gracia su articulo. Usted se queja de errores de los juezes cuando usted mismo es el peor ejemplo posible del nuestro deporte. Si como a usted le gusta mucho los refranes me recuerda de "El que vive en casa de cristal no debe tirar piedras". Miembros de mi familia han participados en casi todos los concursos de salto en la isla desde 2004. En bastante ocasiones hemos visto usted maltratando sus pobre caballos en una manera que, vaya si eso no fuera Canarias a usted le habían prohibido de participar y incluso de tener caballos hace tiempo. Una vez en Atalaya me recuerdo muy bien cuando ustedes intentaban de subir sus caballos en su remolque en una manera scandalosa que me daba asco y vergüenza ajena. Pegando ostias, maltratando con una fusta y tirando como locos en una cuerda demasiado larga y encima en frente al todo mundo que se quedaron asceados de su comportamiento. Nunca en mi vida he visto algo parecido durante 20 años participando en eventos hipicos en toda Europa. Le aseguro que mas de uno tenian ganas de denunciarle pero al final no se hico nada lamentablemente. Mas de una vez Paola ha montado Jaqueton en un estado físico muy pobre y para nada en condiciones para saltar. Esi si es un GRAVE error de un juez, dejar un jinete entrando en pista con un caballo claramente cojo. Y por no hablar como usted ha realizado algunos recorridos de puro horror con el pobre Strauss. A veces era dificil de saber quien era meno apto para estar en un concurso, su caballo o usted mismo. A lo mejor no te has dado cuenta del ridiculo imagen que has dejado en el mundo hipico. Gracias a díos, por fin, has tomado una buena decisión de no participar mas en concursos oficiales. Menos mal porque lo que menos hace falta en la hipica es gente como usted. Dando un ejemplo pésimo en todos los sentidos. Lo mas gracioso es que usted ejerce de profesor hípico. Si que lo siento por Paola que con un profesor en condiciones podia llegar mas lejo. Observa por favor que yo no tengo ninguna relacion con dichas personas. Soy solo un gran aficionado a este deporte.
En mi humilde opinión, creo que estos abusos ocurren por que los propios interesados, es decir ,los federados, gracias a los cuales la propia Federación ( canaria o en su caso, tinerfeña) existen o coexisten, lo permiten.Si se produce el abuso y el presidente no osa manifestarse y es más, me excluye de manera digamos, bastante poco ortodoxa, yo en éste caso en concreto, recurría a Madrid, quizá entonces si se preocupen de hacer las cosas bien y si hace falta a la F.E.I..Señores de nada sirve como ya hemos visto a lo largo del tiempo, consentir que "éstos jueces, y demás representantes federativos", pisotéen sin ningún reparo a sus representados, vamos que este tipo de atropellos no se arreglan en los foros, aunque como elemento informativo sin lugar a dudas es excelente.Así pues apoyo de manera incondicional a los afectados y les animo a tomar cartas en el asunto y a llegar tan lejos como sea preciso en defensa de sus intereses. Gracias y un cordial saludo
Me parece francamente un buen artículo, razonado, con argumentos, con documentos de prueba y respetuoso. Le felicito Sr. Gómez.
Creo que hace falta mucha gente como Usted que nos informe a los demás de las irregularidades que cometen algunos, tal vez así se arregle la cosa.
Yo creía que la hípica era un deporte limpio y caballeresco, donde la ausencia de contacto corporal entre participantes, como pasa en otros deportes, lo facilitaba todo, pero veo que no es así.
Me llama la atención uno de los cometarios anónimos, de quien se define como “un simple aficionado que no tiene relación con los jueces”, me gustaría pensar que ese tipo de aficionados son escasos, de lo contrario la hípica no tendría remedio.
Esa persona anónima, se descalifica ella solita y demuestra tener muy poca cultura, muy poca educación y muy poco respeto.
Si es verdad que ha sido testigo de un maltrato, debía de haber tenido lo que hay que tener y denunciar en su momento. Caso de ser cierto lo que dice, se ha convertido en cómplice por encubridor del maltrato. Y claro ahora solo puede lamentarse. Si fuese una persona normal le tendría que dar asco, pero de ella misma y de lo que ha dejado de hacer.
Me parece que vierte de forma gratuita sobre el Sr. Gómez y sobre los jueces acusaciones calumniosas sin aportar ni argumentos ni prueba alguna. A estas alturas nadie se cree que los jueces permitan competir con caballos cojos ni en estado deplorable como esa persona dice sin probar nada.
Si ya es difícil y peligroso saltar con un caballo normal, con un caballo cojo es imposible, a menos que venga a decirnos ahora que el Sr. Gómez es casi “superman”. He visto concursar muchas veces, desde hace muchos años al Sr. Gómez y nunca lo he visto entrar en la pista con un caballo cojo.
Esa persona anónima no comenta nada del contenido del artículo del Sr. Gómez tan solo intenta descalificarle con calumnias, lo digo porque yo conozco al Sr. Gómez y se como trata a los caballos, como monta y como da clase. Tal vez esa persona anónima le envidia. Debería de ser más inteligente y darse cuenta de que descalificando al mensajero, no se descalifica el mensaje. Y pienso que si lo hace es porque está rabiando y es incapaz de hacer otra cosa.
Una última cosa, es bonito el refrán de la casa de cristal. Pero la verdad es la verdad ante todo. El Sr. Gómez no vive en una casa de cristal ni en el sentido simbólico ni en el real. Por extraño que les pueda parecer vive en una casa de piedra. Y en el sentido simbólico las cosas que argumenta y demuestra también son contundentes como la piedra, mal que les pese a muchos, como a esta persona anónima.
Me ha parecido especialmente indignante el primer comentario de este articulo. Creo que no se centra en el articulo mismo sino en descalificar a su autor. Conociendo a Miguel Gómez, la que hace el ridiculo es la persona que hace ese comentario escondiendose en el anonimato. Me parece que el Sr. Gómez como Usted le llama ha sido demasiado honesto y generoso con Usted públicando un comentario así.
Conocí a Miguel Gómez cuando colaboraba con una sociedad protectora de animales y plantas, hace algunos años antes del 2004. Teniamos un serio problema con alguien que había pertenecido a ese club que Usted cita, La Atalaya y que había decidido formar el suyo propio en Araya de Candelaria. Por la cuenta que teniamos se le habían muerto una docena de caballos. Los tenía en muy mal estado. Mucha gente intentó sacar los caballos de ahí incluso comprarselos a la persona que los tenía tan mal. Nosotros como protectora lo intentamos junto con los vecinos a traves del juzgado, sin exito. El Sr. Miguel Gómez fue el unico que lo consiguio, la verdad, no sabemos como, pero lo consiguio. Y nos llamó junto al veterinario Sr. Francisco Rodriguez Fragoso, para que levantasemos acta. Pues el Sr. Miguel temia que alguien desaprensivo y mal informado como el del comentario anonimo, le denunciase a él, precisamente cuando estaba intentando arreglar lo que otro había provocado.
Recuerdo que entre los caballos que trajo a sus cuadras, estaba uno blanco, creo que se llamaba Nublado, Niebla o algo parecido, que estaba muy flaco y cojo. El veterinario diagnosticó caquecsia (perdida de masa muscular por inanición) y no dió esperanza alguna para que se recuperase. Se pensó que su delgadez extrema no tendría remedio. Sin embargo el Sr. Gómez no quiso tirar la toalla y con sus conocimientos se empeñó en salvar aquel caballo y meses despues lo consiguió. Recuperó a este caballo y a otros y durante años fue un caballo en el que aprendió mucha gente.
No me parece justo que se quiera manchar gratuitamente la imagen de quien ha colaborado con la protectora de animales en este y en otros casos.
CONTINUA EN EL SIGUIENTE COMENTARIO.
CONTINUACIÓN DEL ANTERIOR:
Desde entonces he seguido en contacto con él y con sus caballos.
El caso que este comentarista llama "el pobre Straus" me llama la atención. Me parece una falta de educación y de respeto hablar de ostias como lo hace esta persona. Todos sabemos lo que representa para cierta tendencia religiosa muy arraigada en nuestra sociedad. Como veo que es el lenguaje que esa persona entiende, esta vez y sin que sirva de precedente, les voy a pedir que me permitan usar lo que normalmente es una palabrota.
Ostias son las que se han dado muchos al intentar montar, tan siquiera montar, al "pobre Straus". El Sr. Vicente López, muchos años profesor de la Atalaya, cuenta por ahí, que estuvo tres meses cojo de la ostia que se dió cuando el "pobre Straus" lo botó. El veterinario Sr. Mario Coviella hizo una apuesta, de que él lo montaba. Y lo montó, pero la ostia que el "pobre Straus" le metio le costó la rotura de un brazo. Y todos vimos al Sr. Mario con su brazo escayolado contando la historia. Sin duda la persona por la que más caballos resabiados y dificiles han pasado en esta isla es el marchante de caballos Sr. Sigfredo. Este fué propietario del "pobre Straus", cuando nadie lo quería ni sabía que hacer con él . El Sr. Sigfredo ni sus ayudantes, tampoco pudieron montar al "pobre Straus", es más este cuenta que ni tan siquiera lo podian ensillar, ya que el "pobre Straus" le llegó a romper nada más y nada menos que seis cinchas.
El Sr. Miguel Gómez, domó al "pobre Straus" delante de la gente, con la lógica espectación y morbo que ello llevaba para algunos. Yo fuí testigo. Lo hizo con técnicas de doma natural, sin ninguna violencia, sin fusta...Y tanto esto sorprendio a algunos, que ni viendolo se lo creian. Y esto son solo tres anecdotas de las muchas que sé del tema.
Por tanto no creo que haya hecho el ridiculo en modo alguno, ya que no solo consiguió montarlo, sino que además saltaba con él sin más problemas que los que da cualquier caballo cuando se enseña a concursar.
Me parece que la persona del comentario, o está muy mal informada, o bien lo está y "deforma la realidad", con tal de no hablar del articulo que es de lo que debía de hablar. Y la que ha hecho el ridiculo es ella y no el Sr. Gómez.
A ver si es que me entero para que estaban los tribunales, tenía entendido que era para que escucharan los argumentos de los implicados y una vez oídos dictar sentencia, no puede hacerse en ningún caso arbitrariamente sin escuchar las alegaciones de las partes; ya no puede hacerse ni siquiera en el ejército, antiguamente cuando un teniente veía un comportamiento, a su juicio, reprimible en un soldado, sin más, dictaba: 8 días de calabozo y hasta dios callaba la boca, el soldado se pasaba los ocho días en el calabozo. Este es el comportamiento que pretenden seguir los jueces de la federación hípica de canarias, algo inaudito, cobarde y deleznable. Ese comportamiento no lo siguen ninguno de los correspondientes departamentos de las distintas federaciones de los distintos deportes que existen en el mundo (o quizá si), a no ser que estemos hablando de un tribunal de Irán o del tercer Raich.
El simple hecho de que exista la palabra recurso implica que las decisiones de los tribunales no son infalibles, son recurribles ante instancias superiores, y por tanto cualquier opinión y alegación contraria a la decisión de un tribunal es completamente legal y deseable.
Desde luego es triste la condición humana, pensar que hemos creado, las instituciones y los tribunales para que no se cometan injusticias, que hemos creado la policía, que hemos creado a los políticos con objeto de que nuestra vida sea más fácil y placentera y son precisamente todos ellos nuestros peores enemigos.
La vida del hombre sobre la tierra es harto difícil, lo ha sido y lo seguirá siendo. Y la causa de esta tragedia no hay que buscarla muy lejos, está en la naturaleza misma del ser humano, desde hace 50.000 años el hombre es tal como es ahora, físicamente no ha cambiado un ápice su inteligencia sigue siendo la misma y por tanto su comportamiento tampoco ha cambiado ni cambiará mientras no cambie su naturaleza. Podremos ser más cultos o menos cultos (de conocimientos y de costumbres), más supersticiosos o menos supersticiosos, pero nuestra naturaleza seguirá siendo la misma y todos nuestros actos estarán siempre motivados por el hecho de satisfacer nuestros deseos o por el miedo a sufrir un deterioro físico algo que compartimos con el resto de la fauna que cubre nuestro planeta.
Se puede educar desde la cuna, pero siempre será necesario un poder, una fuerza para que los educandos cumplan, porque no bastara con la educación. Los árabes educan desde la cuna y los occidentales también, pero ambos necesitan de una policía que obligue a que los componentes de las dos culturas cumplan con sus normas. Pero nada garantiza que lo que enseñan ambos mundos sea lo justo y lo mejor para el ser humano, pero cualquiera del tenor del primer anónimo diría que no se puede ir contra los jueces y las instituciones sobre todo si se tiene la casa de cristal. Condenar a una mujer adultera a una lapidación no parece la mejor de las sentencias, pero siguiendo el criterio del primer anónimo habría que callarse por tener la casa de cristal. Menudo tarado.
Hay un principio básico en el universo, algo que los matemáticos llamarían una evidencia, o sea algo que no necesita demostración, ese principio básico es que la fuerza mayor siempre tiene la razón. La desgracia del ser humano es pretender invertir ese principio, o sea que la fuerza menor tenga la razón y pueda empujar a la fuerza mayor cuando ambas van en la misma dirección pero en sentidos contrarios. A veces sucede que ambas fuerzas la mayor y la menor van en el mismo sentido y por supuesto el conflicto desaparece.
Ya sé que estoy diciendo una perogrullada, pero la gente se olvida de las evidencias y movidos por el ansia de satisfacer sus deseos pretenden vencer al más fuerte sin tener los medios necesarios.
De pequeño me aprendí de memoria una fabula de Samaniego que decía así:
En casa de un cerrajero
entró la serpiente un día,
y la insensata mordía
en una lima de acero.
Díjole la Lima: «el mal,
necia, es para ti,
¿cómo has de hacer mella en mí,
que hago polvos del metal?».
Quien pretende sin razón
al más fuerte derribar
no consigue sino dar
coces contra el aguijón.
El amigo Samaniego se da cuenta de que es imposible derribar al más fuerte, pero prejuzga que la serpiente no lleva la razón y por eso no puede morderá la lima, pero que sí llevara la razón si se le puede derribar. ¿Y cuáles son las razones de la serpiente?, evidentemente el hambre que la corroe, ¿no es acaso esa suficiente razón para morder la lima?, claro que lo es pero aun así es imposible hincarle el diente, la serpiente deberá buscarse a otra víctima, como un ratón o una gallina que sean menos fuertes que ella y que le sirvan de alimento aunque la gallina y el ratón tengan más razones que la lima para no dejarse comer.
Nunca he podido entender la prepotencia de la federación, si no es por la desidia y la abulia de los federados, pero también por algo más pernicioso como es votar para los cargos a las personas que tienen más dinero, las mejores cuadras y los mejores caballos, siempre lo he pensado, no hay nadie más tonto que un obrero que vota al PP.
Bueno todo esto viene a cuento de que es imposible ir, con la razón, contra los jueces de la federación y sus abusos mientras no se sea más fuerte que ellos, ojo, he dicho contra sus abusos y no contra sus usos. El ejemplo lo tenemos en la federación de automovilismo, cuando hace dos años quisieron imponer unos criterios y los pilotos y sus escuderías se unieron amenazando con hacer una formula 1 al margen de la federación, al final ésta no tuvo más remedio que ceder.
Pues lo mismo se puede hacer aquí, unirse todos los jinetes y amazonas y actuar en consecuencia, no es una recomendación a la rebelión pero si es un consejo legal a todas luces, las víctimas del terrorismo se unen para tener más fuerza, los trabajadores se unen en sindicatos, todos los débiles deben unirse para poder subsistir, es ley de vida.
Las instituciones, las iglesias, los jueces, ni siquiera el Tribunal Supremo son infalibles, soportan muy mal las críticas y que se les cuestione, pero afortunadamente no vivimos ya en el régimen dictatorial que nos precedió.
Las instituciones son necesarias, sin ellas los débiles no sobreviviríamos, así que esa es su verdadera razón de existir y su verdadera misión: proteger al débil; cuando no cumple son los peores delincuentes.
Sobre el primer anónimo, no es extraño un comentario así; la hípica es un deporte de competición y si falta la deportividad se crean enemigos, lo he visto en la miserable hípica canaria desde hace 20 años y en los personajes que la componen. Pero lo hace además de una manera rastrera amenazando con el refrán de la casa de cristal. Pero sobre todo me parece una cobardía. Yo pondré este escrito como anónimo pero no lo haré (el escrito) para insultar al Señor Gómez y por lo tanto sí son alabanzas, pues estoy en mi derecho a hacerlas anónimas, pero si son insultos o amenazas es una cobardía hacerlas de forma anónima.
Este sujeto ha demostrado no tener argumentos para defender a la actuación dictatorial de los jueces, y por eso ataca a la persona, cualquiera sabe puede ser incluso un@ de los mismos jueces.
Conozco al Sr. Gómez desde hace 15 años y corroboro su dedicación a la enseñanza, de hecho enseñó a montar a un hijo mío perfectamente, y al cuidado de los caballos, le he visto verdaderamente preocupado por la salud de sus caballos y es un trabajador incansable, difícilmente con las mañas con que pretende denigrarle el anónimo 1 podría haber subsistido, estoy convencido de que cualquiera de las formas en que el señor Gómez actuó en los casos que cuenta el anónimo es como había que actuar y que el señor anónimo no tiene ni idea de cómo hay que hacer las cosas cuando de el trato a los caballos se trata, pero aquí cualquier maestrillo tiene su librillo y todos se creen que son los mejores que montan y que saltan, aunque les dé más miedo montarse en un caballo que ver una película de terror.
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